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17 de febrero de 2010

Los enlaces y suscripciones en el mundo mediático, en la lucha por nuestra verdad

La verdad se va a imponer, y la vamos a defender utilizando para ello las mismas armas mediáticas de los que intentan manipularla, pero no puede quedarse allí solamente exibida, planteada, escrita o expuesta en nuestros propios sitios WEBs, sin que motive el intercambio de criterios, la discusión, la batalla por la verdad. No hacemos nada si solo nos pasamos información entre nosotros mismos y no hacemos una invasión de publicaciones en los espacios llenos de mentiras, allí es donde debemos entrar y dejarles nuestra verdad, el peso de esa verdad es la que debemos transportar a los intercambios en las redes sociales, los blogs, y las WEbs en general, repito no solo entre nosotros los defensores de las revoluciones, también y más aún entre aquellos sitios llenos de falsos argumentos en los que se intenta mostrar una realidad falsa de nuestra historia, y nosotros. Entonces no le temamos al debate, existe respuesta contundente en los sitios oficiales de nuestros países para enfrentar una mentira, allí podemos buscar, muy especialmente sobre nuestra isla de Cuba a la que se acusa de no querer dar acceso libre a Internet a sus ciudadanos, ignorando que sobre ella pesa el bloqueo más cruel y antiguo de la historia de la Humanidad impuesto por la potencia más poderosa del mundo a una pequeña isla del Caribe, sin que halla podido doblegarla. Y que es precisamente ese bloqueo el que impide que una hola de millones de cubanos puedan alzar su verdad en Internet para aplastar la insignificancia de la minoritaria bloguería que intenta difamar a nuestra Cuba revolucionaria.
Por eso invito a no evitar la confrontación mediática, y a exponer nuestra verdad donde quiera que encontremos la manipulación o la mentira sobre nuestra revolución.
Busquemonos entre nosotros y compartamos nuestras alegrías y penas pero también busquemos aquellos a los que debemos empequeñecer con nuestros argumentos, y dejemosle allí en sus sitios la esencia y presencia de nuestro espíritu revolucionario.

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