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20 de noviembre de 2010

El verdadero responsable del terrorismo internacional Medio siglo de terrorismo estadounidense contra Cuba

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El verdadero responsable del terrorismo internacional
Medio siglo de terrorismo estadounidense contra Cuba

por Salim Lamrani*

En su intervención durante la mesa redonda sobre la creación del terrorismo internacional, en ocasión del coloquio Axis for Peace 2005, Salim Lamrani hizo un balance de las acciones secretas de Estados Unidos contra Cuba. Se trata de un ejemplo que demuestra de manera indiscutible que Washington practica el terrorismo internacional –actualmente y desde hace mucho– aunque finge combatirlo.



6 de diciembre de 2005

Desde
Bruselas (Bélgica)








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Conferencia Axis for Peace 2005
Intervención de Salim Lamrani durante la mesa redonda «Injerencia mediante la amenaza terrorista». De derecha a izquierda aparecen Salim Lamrani, Zeina Fayad, Philip Berg y Webster Tarpley.
El caso de Cuba tiene un carácter excepcional y único en la historia del terrorismo internacional. Desde 1959 y hasta nuestros días, Cuba ha sido víctima de una intensa campaña de terrorismo, de sabotajes, de una invasión armada, de una amenaza de guerra nuclear, de sanciones económicas extremadamente severas y de una implacable agresión política, mediática y diplomática [1].

Terrorismo internacional y sabotaje económico

Los documentos oficiales estadounidenses hoy desclasificados demuestran que entre octubre de 1960 y abril de 1961 la CIA introdujo en Cuba 75 toneladas de explosivos, durante 30 misiones aéreas clandestinas, y 45 toneladas de armas y explosivos, durante 31 infiltraciones marítimas. La CIA realizó, durante ese corto período de 7 meses, 110 atentados dinamiteros, colocó 200 bombas, descarriló 6 trenes, quemó 150 fábricas y ocasionó 800 incendios de plantaciones. Entre 1959 y 1997, Estados Unidos realizó 5,780 acciones terroristas contra Cuba –804 de ellas son actos terroristas de gran envergadura, entre ellos 78 bombardeos contra la población que dejaron miles de víctimas. Los atentados terroristas contra Cuba han costado la vida a 3 478 cubanos y dejado inválidos para siempre a 2,099 personas. Entre 1959 y 2003, hubo 61 secuestros de aviones y barcos. Entre 1961 y 1996, 58 ataques a partir de vehículos marítimos afectaron 67 objetivos económicos así como a la población. La CIA ha dirigido y apoyado 299 grupos paramilitares conformados por 4,000 individuos. Estos son responsables de 549 asesinatos y han dejado miles de heridos. En 1971, la agresión biológica provocó el sacrificio y destrucción de medio millón de cerdos. En 1981, la introducción del dengue hemorrágico provocó 344 203 víctimas y 158 fallecimientos, entre estos los de 101 niños. El 6 de julio de 1982, se registraron 11 400 casos en un solo día. La gran mayoría de estas agresiones fueron preparadas en La Florida por la extrema derecha de origen cubano organizada y financiada por la CIA.

Impunidad para los terroristas

Luis Posada Carriles [2], considerado por el FBI como «el peor terrorista del hemisferio», goza de una enorme impunidad. Se encuentra actualmente bajo la protección de la administración Bush, aún siendo responsable de numerosos atentados. Venezuela sigue exigiendo su extradición. Posada Carriles es el autor del sangriento atentado cometido en Barbados contra un avión civil, en octubre de 1976, que costó la vida a 73 personas. Orlando Bosch, otro terrorista notorio, es responsable de decenas de atentados. El 23 de junio de 1989, el Departamento de Justicia declaró en un informe que la presencia de Bosch en Estados Unidos era inadmisible. Poco después, luego de haber sido duramente condenado por la justicia por actos de terrorismo, Bosch fue amnistiado por el presidente Bush padre. Actualmente, se pasea tranquilamente por Miami y aparece en diferentes medios de difusión ante los cuales declara que aún sigue preparando atentados contra Cuba.

El caso de los Cinco

El 16 y el 17 de junio de 1998, el gobierno cubano invitó a dos importantes responsables del FBI para entregarles numerosos documentos que probaban la peligrosidad de 40 personas profundamente implicadas en el terrorismo y que residen en La Florida. Hasta hoy, y a pesar de las pruebas de que disponen, las autoridades estadounidenses no han hecho nada respecto a ninguna de esas personas. Tres meses más tarde, el 12 de septiembre de 1998, el FBI arrestó a cinco cubanos: René González Sehweret, Ramón Labañino Salazar, Fernando González Llort, Antonio Guerrero Rodríguez y Gerardo Hernández Nordelo, quienes, arriesgando sus vidas, habían logrado impedir la realización de cerca de 170 atentados contra Cuba al advertir a tiempo al gobierno de La Habana.

Un juicio inicuo

Los Cinco fueron acusados de espionaje. Sin embargo, la acusación no les fue notificada formalmente hasta cuatro días después de su arresto y luego del desencadenamiento de una enorme campaña de prensa que los condenaba de antemano aún cuando el proceso judicial ni siquiera había comenzado. El 14 de septiembre de 1998, el Gran Jurado de La Florida los acusó de haberse infiltrado en los grupos terroristas. Más tarde, viendo que se trataba de un cargo insostenible desde el punto de vista jurídico, el Jurado cambió de método y acusó a los Cinco de 26 cargos, siendo el más grave el primero (18 usc 371) que se refiere a una conspiración para cometer delitos contra Estados Unidos. En el segundo cargo se habla de espionaje. El tercero acusa a Gerardo Hernández de homicidio voluntario, haciendo referencia a los hechos del 24 de febrero de 1996, cuando un avión en que se encontraban cuatro miembros de la organización terrorista Hermanos al Rescate fue abatido después de haber violado repetidas veces el espacio aéreo cubano. El fiscal no pudo presentar la menor prueba en apoyo de estos tres cargos. Los otros 23 son acusaciones menores referentes al uso de identidades falsas, de no estar registrados como agentes de una potencia extranjera. Estas no fueron rechazadas por la defensa. Desde el día que fueron arrestados y hasta el 3 de febrero de 2000, o sea durante 17 largos meses, los Cinco fueron mantenidos en celdas de aislamiento, sin contacto con otros detenidos. Fueron confinados en calabozos durante todo ese tiempo sin contacto con el exterior. Ante la imposibilidad de probar que hubiesen cometido algún acto de espionaje, el tribunal acusó a los Cinco de conspiración con vistas a cometer actos de espionaje.

Un tribunal parcializado

Durante el juicio, el fiscal invocó la ley de procedimiento para la información clasificada que permite mantener las pruebas en secreto y no presentarlas a la defensa, aún siendo estas utilizadas contra los acusados. Viendo que su acusación era inconsistente, el fiscal repitió tres veces, con desmesurada vehemencia, que los Cinco habían venido a Miami «para destruir los Estados Unidos». Los argumentos que demuestran que los Cinco no realizaron actividades de espionaje no fueron presentados por la defensa sino por militares estadounidenses de alto rango: el contralmirante Eugene Carroll, de la Marina de Guerra de Estados Unidos; el general de división Edwards Breed Atkeson, del Ejército de Estados Unidos, y el teniente general James R. Clapper, de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Para justificar el cargo de conspiración para realizar actos de espionaje, el fiscal utilizó el hecho que Antonio Guerrero trabajaba en un taller metalúrgico de la base de entrenamiento del ejército de Boca Chica. La defensa interrogó a los altos responsables militares: - Pregunta de la defensa al contralmirante Eugene Carrol sobre Boca Chica: «¿Qué informaciones sobre la táctica y los entrenamientos de la marina de guerra de Estados Unidos podría resultar de utilidad para el ejército cubano?» - Respuesta: «Que yo sepa, ninguna». - Preguntas al general Atkeson: «¿Existen diferencias entre nuestra relación con el Pacto de Varsovia y la Unión Soviética, y nuestra relación con Cuba?» - Respuesta de Atkeson: «Sí, existen diferencias». - Pregunta: «¿Cuáles son esas diferencias?» - Respuesta: «Los cubanos no constituyen una amenaza para nosotros» (Recordemos la histeria del fiscal: «Vinieron a destruir los Estados Unidos»). - Pregunta: «¿Qué relación hay entre el temor a ser atacado y la búsqueda de información?» - Respuesta: «Pienso que ellos utilizan sus servicios de inteligencia para descubrir si nosotros estamos realmente preparándonos para atacarlos». - Pregunta: « Durante el examen que usted hizo de los documentos, ¿encontró usted documentos clasificados como secretos?». - Respuesta: «No». - Pregunta: «¿Encontró usted instrucciones para que los agentes buscaran documentos que pudiesen perjudicar a Estados Unidos?». - Respuesta: «No». - Preguntas al teniente general Clapper: «¿Está usted de acuerdo en decir que el acceso a una información pública no constituye un acto de espionaje?». - Respuesta: «». - Pregunta: «Usted, con su experiencia en cuestiones de inteligencia, ¿clasificaría a Cuba como una amenaza militar para Estados Unidos? - Respuesta: « En lo absoluto. Cuba no representa una amenaza». - Pregunta: «¿Encontró usted alguna prueba que indicara que Gerardo Hernández trataba de obtener informaciones secretas?». - Respuesta: «Que yo recuerde, no».

Pruebas inexistentes

En lo tocante a Gerardo Hernández, acusado de asesinato, el fiscal reconoció que «vistas las pruebas presentadas durante el proceso, probar la implicación de Gerardo Hernández constituye un obstáculo imposible para Estados Unidos». Sin embargo, el jurado encontró a Gerardo Hernández culpable de asesinato, a pesar de que el propio fiscal había confesado su incapacidad para probar dicho cargo. No existe equivalente alguno en la historia de la justicia estadounidense. Los Cinco fueron condenados a largas penas a pesar de que fue imposible probar ninguno de los cargos. En realidad, se trataba de un juicio político.

Penas extremadamente largas

Gerardo Hernández Nordelo recibió una sentencia de dos penas de cadena perpetua más 15 años de prisión. Ramón Labañino Salazar fue condenado a cadena perpetua más de 18 años de prisión. Antonio Guerrero Rodríguez fue condenado a cadena perpetua más 10 años de prisión. Estas tres personas tendrían que acabar sus días en prisión y renacer de nuevo para cumplir sus condenas, con excepción de Gerardo Hernández que necesitaría tres vidas para estar en paz con la justicia estadounidense. En cuanto a Fernando Fernández Llort, este acusado fue condenado a 19 años de prisión y René González Sehweret a 15 años. En total, los Cinco fueron sentenciados a cuatro penas de cadena perpetua más 77 años de prisión.

Numerosas violaciones jurídicas fueron cometidas durante el proceso

Las violaciones jurídicas cometidas contra los Cinco son extremadamente numerosas: - No tuvieron acceso inmediato a un abogado después de ser arrestados. - Tuvieron que esperar más de dos días antes de disponer de una representación jurídica. - Fueron interrogados durante largas horas fuera de la presencia de sus abogados. - Fueron mantenidos 17 meses en régimen de aislamiento, lo cual constituye una violación de las reglas penitenciarias que prevén la aplicación del régimen de aislamiento únicamente en el caso de asesinos y por un máximo de 60 días. - 20,000 páginas de pruebas presentadas contra ellos fueron mantenidas en secreto. - No pudieron tener contacto con sus abogados para la preparación de su defensa. - Varios testigos de cargo fueron amenazados de que serían acusados como cómplices si revelaban informaciones a la defensa. - El proceso se realizó en Miami, a pesar del ambiente extremadamente politizado que existe en esa ciudad en cuanto a todo tema que tenga que ver con Cuba. - Antes del comienzo del juicio, se desató una violenta campaña de propaganda en la que se acusaba a los Cinco de espionaje. Según un sondeo realizado en aquel momento, el 79% de las personas consultados admitieron estar predispuestas en contra de los acusados. - Los miembros del jurado fueron amenazados de muerte en acusa de que se les ocurriera absolver a los acusados, como lo demuestran varios artículos de la prensa local [3]. - El jurado dio pruebas evidentes de estar parcializado. Lo integraban 12 miembros. El presidente del jurado había declarado que estaba contra «la dictadura de Fidel Castro». Los otros 11 tenían opiniones similares.

Grupúsculos terroristas protegidos

Además de constituir una acción política contra Cuba, el juicio tenía como objetivo proteger a las organizaciones terroristas, como lo demuestran las declaraciones surrealistas de la jueza Joan A. Lenard. El fiscal le propuso a René González, condenado a 15 años por haberse infiltrado en los grupos terroristas, que prestara un testimonio falso contra sus compatriotas a cambio de la liberación. Este se negó categóricamente. La jueza expresó su «preocupación porque ese acusado, después de haber cumplido su condena, retomará sus actividades». La jueza agregó entonces a la condena de 15 años la «condición especial adicional de prohibirle relacionarse con individuos o grupos terroristas, miembros de organizaciones que prediquen la violencia, figuras del crimen organizado o visitar lugares específicos frecuentados por éstos». El tribunal reconoce explícitamente que Miami es refugio de «individuos o grupos terroristas» y que nada se hace al respecto, aunque el presidente Bush le ha declarado la «guerra al terrorismo».

Condenas anuladas y detenciones arbitrarias

En abril y mayo de 2003, la defensa comenzó el proceso de apelación ante la Corte de Atlanta. El 27 de mayo de 2005, el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas declaró que la detención de los Cinco es arbitraria y violatoria del Derecho Internacional. El 9 de agosto de 2005, la Corte de Apelación del Onceno Circuito de Atlanta anuló el juicio realizado en primera instancia y desde entonces los Cincos no sólo están encarcelados injustamente sino que también están encarcelados ilegalmente.

Casos de tortura sicológica y moral

Varias formas de tortura sicológica y moral han tenido lugar en contra de las familias de los Cinco. Olga Salanueva, esposa de René González, y su hija Ivette no han podido visitar nunca al prisionero. Adriana Pérez O’Connor, esposa de Gerardo Hernández, no ha podido visitar todavía a su esposo. Hace cerca de ocho años que estas mujeres no han podido ver a sus cónyuges. El trato que se le ha dado a Adriana constituye realmente un caso de tortura sicológica. El 25 de junio de 2002, después de cinco años de espera, se le otorgó una visa para visitar a su esposo, entonces detenido en Los Ángeles. Pero a su llegada a Estados Unidos, Adriana fue arrestada por el FBI, interrogada durante 11 horas y expulsada hacia Cuba. Para justificar tales iniquidades, el gobierno de Estados Unidos ha declarado que Olga Salanueva y Adriana Pérez no pueden obtener la visa porque ambas representan una amenaza para su seguridad nacional. Hasta la pequeña Ivette, de ocho años, que no conoce aún a su padre, representa un grave peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos, según el Departamento de Estado. Para obstaculizar las visitas consulares a los Cinco, estos últimos han sido situados en prisiones que se encuentran en los cuatro extremos del país: Gerardo Hernández, en California; Antonio Guerrero, en Colorado; Fernando González, en Wisconsin; Ramón Labañino, en Texas, y René González, en Carolina del Sur.

La legislación estadounidense y el derecho internacional son pisoteados

El juicio contra los Cinco viola la Constitución de Estados Unidos, las Regulaciones del Buró Federal de Prisiones, la Declaración sobre la Protección contra la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, la Convención de Viena sobre los Derechos Civiles y Políticos, la Convención sobre los Derechos del Niño, las Reglas Mínimas de la ONU sobre el Trato a Prisioneros y la Convención Americana de Derechos Humanos.

El doble rasero de los medios internacionales

Washington otorga refugio en su territorio a grupúsculos terroristas que desarrollan una guerra implacable contra la Revolución Cubana. Esas entidades fascistas actúan abiertamente y con toda impunidad ya que han gozado históricamente del apoyo de la Casa Blanca. El episodio de Luis Posada Carriles, quien se encuentra en Estados Unidos desde mediados de marzo de 2005, a pesar de que los tribunales estadounidenses le prohibieron la estancia en el territorio de ese país a causa de sus actividades terroristas, ha puesto nuevamente en evidencia la mentira que constituye la «guerra contra el terror». Sin embargo, el doble rasero que Estados Unidos aplica en su «lucha contra el terrorismo», que en realidad no es sino un subterfugio que esconde sus aspiraciones hegemónicas, se extiende también a los medios internacionales que avalan, asimilan y aplican la doctrina del «terrorista bueno y el terrorista malo». Los medios internacionales se hacen así cómplices de una maniobra global y ratifican de hecho los planes imperialistas estadounidenses. Ese complot mediático salta a la vista. ¿Cómo es posible que en pleno auge de la «guerra contra el terrorismo» las transnacionales de la información y de la difusión no aborden el caso de Cuba, el país que ha sido y es víctima de la campaña terrorista más larga y feroz de la historia moderna? ¿En nombre de qué amnesia ideológica se ha abstenido la prensa internacional de recordar, luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001, el sangriento atentado cometido el 6 de octubre de 1976 contra un avión comercial de Cubana de Aviación en Barbados cuando se trata de uno de los primeros actos de terrorismo aéreo de la historia? ¿Cómo puede concebirse que en momentos en que Estados Unidos alberga y protege a Luis Posada Carriles, los medios internacionales prefieran otorgar amplia cobertura a la reunión de un grupito de «disidentes» cubanos financiados y controlados por Washington, como demuestran los propios documentos del Departamento de Estado norteamericano? El tratamiento mediático del problema del terrorismo confirma no sólo el doble discurso actual sino también la falsedad de la «guerra contra el terror». Si la «lucha contra el terrorismo» tuviera algún fundamento, el conjunto de los medios internacionales denunciaría la implacable campaña terrorista que los sucesivos gobiernos estadounidenses desencadenaron contra el pueblo cubano desde 1959. La censura del terrorismo contra Cuba, de lejos la más sofisticada, ilustra claramente la duplicidad de la prensa occidental. La selectividad probada de los medios no hace más que resaltar más fuertemente aún la atmósfera doctrinal reinante en las redacciones del mundo entero. El escándalo de los cinco ciudadanos cubanos encarcelados en Estados Unidos es ejemplar. Si las sociedades occidentales fuesen intelectualmente libres, denunciarían el trato cruel e inhumano dado a los Cinco. Sin embargo, ese escándalo judicial ha sido totalmente suprimido de los espacios de los medios dominantes. Las noticias tienen que atravesar un filtro ideológico que demuestra cuán profundamente arraigados están los fundamentos del autoritarismo en las estructuras de los medios internacionales. En realidad, la prensa, que se supone debe ofrecer una información fidedigna, no es más que una herramienta de control del pensamiento y de las ideas ya que descarta sistemáticamente debates tan importantes como el basamento y la legitimidad de una guerra terrorista emprendida contra una nación que escogió el camino de la independencia y la autodeterminación. Simplemente no se habla de los temas fundamentales, como el derecho de Cuba a defenderse contra las constantes agresiones. La prensa francesa llevó la indecencia al extremo de calificar a Luis Posada Carriles de «combatiente anticastrista», de «acusado de terrorismo» o, en lo que es el colmo de la hipocresía, de «ex terrorista». ¿Existe acaso la prescripción en materia de terrorismo? Nadie denuncia ese crimen semántico, lo cual demuestra que las barreras doctrinales funcionan a la perfección. ¿Qué pasaría si Osama Bin Laden fuese calificado de «anti Bush», de «acusado de terrorismo » o de «ex terrorista»? El escándalo que desatarían tales calificativos estaría a la altura de la complicidad de los medios sobre el tema de Posada Carriles. De cierta manera, los grandes grupos de prensa se hacen cómplices del terrorismo ya que para ellos los sangrientos hechos contra Cuba no revisten importancia alguna. En la medida de lo posible, los horrores cometidos en nombre de una aversión antirrevolucionaria se mantienen en silencio. Y cuando es imposible seguir ocultándolos, se les minimiza y los criminales responsables son mediáticamente absueltos con toda impunidad, como lo demuestran los términos utilizados para referirse al peor terrorista del continente americano. La prensa acepta tácitamente justificar determinado tipo de violencia y denunciar lo que ella misma califica de terrorismo arbitrario. Todo dependen de quién sea la víctima: si es europea o estadounidense, los responsables son criminales sin Dios ni ley; si la víctima es cubana, los responsables se convierten en personas «acusadas de terrorismo», en «anticastristas» o en «ex terroristas». La opinión pública es el blanco primordial de esta tiranía mediática. El marco ideológico establecido dentro de los propios medios censura las razones verdaderas. De esa forma, la prensa, propiedad de los grandes grupos económicos y financieros, presenta características despóticas que constituyen un peligro para el porvenir de la humanidad.
 Salim Lamrani
Salim Lamrani es profesor, escritor y periodista francés especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Ha publicado los libros: Washington contre Cuba ediciones Pantin: Le Temps des Cerises, Francia 2005, Cuba face à l’Empire (Cuba contra el Imperio) ediciones Timéli, Suiza, 2006 y Fidel Castro, Cuba et les États-Unis

Nuestra presencia en el Coloquio por los Cinco

PorCubaTodo

Por alguna razón no hemos sido invitados al coloquio por los Cinco, que se está celebrando en la ciudad de Holguín de nuestra isla de Cuba, pero estamos participando desde aquí, estamos al tanto de lo que acontece en el encuentro de solidaridad, acompañamos el sentir de todos los que sentimos nos representan con su presencia en el evento, y declaramos nuestro incondicional respaldo a la lucha por que se haga justicia !YA!, al reclamo internacional de libertad para nuestros Cinco compatriotas prisioneros en Estados Unidos por combatir el terrorismo que ese país promueve contra Cuba. Mientras en las calles de Miami, se les hace honores a connotados terroristas que caminan con total impunidad y libertad por esa ciudad. La batalla continuará hasta la liberación de nuestros Cinco Héroes.

18 de noviembre de 2010

Al menos 50 líderes sociales y políticos han sido asesinados durante los primeros 90 días del gobierno Santos, denunció Presidenta del Polo

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Al menos 50 líderes sociales y políticos han sido asesinados durante los primeros 90 días del gobierno Santos, denunció Presidenta del Polo

Medio centenar de personas han sido asesinadas durante los primeros 90 días del gobierno del presidente Juan Manuel Santos
Internacional | TerceraInformación |
Medio centenar de personas entre quienes se encuentran dirigentes políticos de izquierda, dirigentes sindicales, líderes sociales, campesinos, indígenas, jóvenes, niños, población LGBT, defensores de derechos humanos, han sido asesinadas durante los primeros 90 días del gobierno del presidente Juan Manuel Santos, denunció con cifras verificables la presidenta del Polo Democrático Alternativo (PDA), Clara López Obregón.
El reporte lo dio la dirigente del PDA luego de un minucioso seguimiento de los casos ocurridos a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, ante el Comité Ejecutivo Nacional de esta colectividad y a algunos medios de comunicación, señalando en forma enfática la gravedad de los hechos y la casi nula respuesta de las autoridades.
Colombia viene siendo víctima de un plan de exterminio contra los sectores sociales y la población vulnerable sin que el alto gobierno haya reaccionado para dar las suficientes garantías a la vida, honra y bienes de las víctimas, dijo López Obregón.
Los casos constatados que dio a conocer la presidenta del PDA hacen referencia a las personas asesinadas, pero otro es el número de las amenazadas, cuyos reportes muestran una situación de acoso y zozobra en diversas regiones del país.
La Presidenta del PDA dijo que este partido va a realizar un seguimiento pormenorizado del fenómeno de persecución y asesinato de los líderes sociales y políticos, así como de la población vulnerable que no cuenta con las garantías suficientes por parte del Estado para proteger su vida.
Hizo un llamado para que el gobierno enfrente esta grave situación que constituye, dijo, una gran crisis humanitaria.
En los últimos dos meses, López Obregón se ha dirigido a las autoridades, incluso ofició una comunicación al Ministro de Defensa, poniendo en conocimiento diversos casos de asesinato y amedrentamiento de dirigentes regionales del Polo y activistas sociales, sin que hasta ahora haya obtenido clara respuesta.

Cumbre mafiosa en el Capitolio yanqui

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Cumbre mafiosa en el Capitolio yanqui

lapolillacubana | Noviembre 18, 2010 
Cumbre mafiosa en el Capitolio: los golpistas exigen más apoyo de EE.UU. a sus “amigos”
Por Jean-Guy Allard
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"Ahora más que nunca es el momento de que Estados Unidos apoye a sus amigos", proclamó ayer la legisladora republicana Ileana Ros Lehtinen en un comunicado leído en pleno Capitolio de Washington, ante una sala repleta de golpistas, terroristas y conspiradores de todo tipo que habían esperado su llegada para iniciar su sesión de ataques en contra de la América Latina progresista.
Estados Unidos debe cooperar con “sus socios en la región” para enfrentar el "declive de las libertades democráticas y los derechos humanos" que llevan adelante los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, afirmó la legisladora que aplaudió al golpe de estado en Honduras
El llamamiento a apoyar a los “amigos” y “socios” cuya identidad no precisó, provocó expresiones de satisfacción en la cara de muchos de los participantes, entre los cuales el golpista ecuatoriano Lucio Gutiérrez, asociado al reciente intento de golpe y de magnicidio en Quito.
"Estados Unidos debe trabajar de cerca con nuestros socios responsables para enfrentar este azote", insistió la politiquera apodada la Loba Feroz quien dirigirá en el próximo Congreso la influyente Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, ahora dominada por los republicanos.
En su epístola, la vocera de las facciones más recalcitrantes de la mafia cubanoamericana hablo del "peligroso comportamiento" de los presidentes de Venezuela, Nicaragua y Bolivia y Ecuador que, valora, muestra "el nexo innegable del declive de las libertades democráticas y los derechos humanos y el auge de riesgos tangibles para la seguridad de nuestra región".
Organizado por varios “institutos” ultraconservadores, entre los cuales el Hudson Institute que tramó el desastroso ataque contra Iraq, y la Fundación Heritage, cueva de ideólogos de la extrema derecha, la cumbre ultraderechista ha reunido, más allá de los Otto Reich y demás Roger Noriega anunciados una amplia fauna de personajes asociados en su país a grupos de perfil claramente neofascista.
Una de las acciones de apoyo a los “amigos”  que podría tomar el nuevo Congreso, en enero, sería ratificar los TLC de Estados Unidos con Colombia y Panamá, que permitirán, afirma Ros-Lehtinen  a “expandir la seguridad en la región".
Por su parte, su colega Connie Mack que se encargara de América Latina en el nuevo dispositivo republicano en  la Camara Baja, comentó: "Espero que ahora que vamos a una nueva mayoría (...) hagamos eso: enfrentemos a Hugo Chávez".
"No veo cómo Estados Unidos puede continuar diciendo que luchamos por la libertad y la democracia en el mundo y no enfrentar de manera frontal a Chávez, que es una amenaza para la democracia en América Latina y el mundo", dijo este otro miamense casado con la mafia terrorista.
Prófugo de la justicia venezolana por operaciones financieras delictuosas, Guillermo Zuloaga, el presidente golpista de Globovision, la cadena televisiva de la oligarquía venezolana Guillermo Zuloaga, dijo “esperar” que el evento despeje "algunas dudas" sobre la "realidad" que se vive "en los países del Alba".
Delincuente económico y partidario del uso de la violencia contra el gobierno bolivariano de su país, Zuloaga se refugió en Miami, ciudad convertida en refugio de decenas de personajes identificados al golpismo y al terrorismo, con la complicidad del Departamento de Estado.
“ANFITRIONES DE CUANTA RATA HAY EN EL CONTINENTE”
“Los legisladores republicanos fueron en definitiva los anfitriones de cuanta rata hay en el continente”, comentó el conocido sitio web venezolano.Aporrea.
“Las agencias de noticias hablan de ‘Figuras destacadas de la oposición’ para referirse a los fascistas, oligarcas, ladrones y vende patria que se dieron cita en la cuna de las conspiraciones contra, precisamente, la democracia verdadera”, añadió.
Por su parte, el ex senador y activista californiano Tom Hayden, estimó en un análisis publicado bajo el titulo “Los congresistas Republicanos  amenazan a América Latina”   por el sitio LAProgressive que “cualquier esperanza de mejorar las relaciones entre Estados Unidos y los gobiernos nacionalistas o democráticos de América Latina ha disminuido dramaticamente”.
Hayden recordó que como miembro del lobby cubanoamericano, Ros-Lehtinen “llamó alguna vez a asesinar al líder cubano Fidel Castro, intervino a favor de un indulto y de la liberación del terrorista Orlando Bosch, ha apoyado con furor al bloqueo contra Cuba,  ha apoyado el golpe de Estado en Honduras y las guerras en Iraq y Afghanistan”.
El reciente intento de golpe en Ecuador, precedido por los de Honduras y Haiti, “señalan que la elecciones llamadas democráticas no son en nada escudos de protección frente a la subversión por militares reaccionarios y los poderes económicos”, concluyó.
Imagen agregada RCBaez Entre lobos anda el juego

16 de noviembre de 2010

Ser como Posada Carriles

PorCubaTodo

Ser como Posada Carriles
El videojuego Call of duty: Black Ops invita a ser un mercenario anticubano
 
De nuevo es posible disparar sobre Fidel y todos los cubanos que defendieron su patria contra el invasor en la Playa Girón. Para tener al comandante en el punto de mira y para obtener de nuevo la licencia de masacrar a mucha más gente, no sólo en Cuba sino en todo el mundo, hace falta un ordenador o una consola como Playstation o xBox. La preparación mental para convertirse en asesino múltiple, tipo Luis Posada Carriles, corre a cargo de la empresa estadounidense Activision Publishing y viene en forma de su nuevo videojuego "Call of Duty: Black Ops" que desde el 9 de noviembre de 2010 está a la venta en todo el mundo.
Que los jugadores adopten el rol del mercenario "Alex Mason" no es de extrañar ya que el norte sigue profesando la idea del neoliberalismo que durante la última década ha ido privatizando incluso la guerra. A lo largo del juego han de realizar varias "misiones" situadas en los años 60 de la Guerra Fría y de las que su avatar Mason se acuerda durante sesiones de tortura que ha de sufrir. (Si éstas han sido ordenadas por el presidente George W. Bush o más bien son resultado de la política guerrerista de la Casa Blanca no lo revelan los anuncios). Por supuesto el juego ofrece la posibilidad de matar en solitario o en grupo con otros asesinos virtuales -sobre todo cuando los "agentes cubanos" le está pisando los talones a uno. Como en la vida real, un jugador puede registrarse en una lista con sus habilidades para ser fichado para futuras operaciones conjuntas.
En fin, para que la realidad conquiste la virtualidad y para que ésta última se haga realidad, la firma cuenta con la asesoría de ex militares estadounidenses.
He aquí el punto donde el juego deja de ser algo de mal gusto y se convierte en un arma de guerra psicológica que precede a cualquier acción bélica. 
El arte de llegar desde la pantalla al cerebro 
La guerra de EEUU contra Cuba (y otros países) no es algo virtual, sino que es historia, presente y futuro a la vez. Los métodos cambian pero no los objetivos: Se trata de acabar con aquellos modelos de sociedad que ofrecen una alternativa viable al capitalismo y a la dominación yanqui. (Conviene recordar que lo dicho vale también para la Unión Europea e Israel).
Que la nueva edición del videojuego haga especial hincapié en las "Black Ops", las operaciones encubiertas, se puede interpretar como una necesidad del mercado para colocar y vender un nuevo producto. De sus ediciones anteriores se vendieron 55 millones de ejemplares, generando unos ingresos de 3.000 millones de dólares. Pero también puede formar parte de una nueva campaña psicológica para captar futuros asesinos a sueldo, preparados para ir a Cuba o a cualquier otro lado para matar.
Este escenario deja de ser una visión bastante pesimista y se convierte en realista si se tiene en cuenta el resultado de una investigación de la universidad de Tubingia (Alemania). Ya en 2004 el doctor Klaus Mathiak descubrió que un violento videojuego activa aquella parte del cerebro de sus jugadores varones que se conoce como Anterior Cingulate Cortex. "Esta parte está asociada a las agresiones procedentes de escenarios menos ficticios y con la supresión de sentimientos positivos como la empatía", aclara el investigador. "Llama la atención que las respuestas de sus jugadores corresponden a las coordenadas de una agresión real", le cita la revista británica The Economist en su edición del 28 de octubre de 2004.  
De la virtualidad a la realidad: la Operación Balboa 
Por lo tanto sí hay que preocuparse cuando se promociona con mucho bombo este nuevo tipo de videojuegos. No es el primero de esta clase. En 2008 apareció "Conflict: Denied Ops" (Conflicto: Operaciones desmentidas) en el que dos agentes del Gobierno de Washington actúan en Venezuela donde "rebeldes" derrocaron a un ejecutivo "pro occidental" y amenazaban a los EEUU con armas nucleares. Le precedió el juego "Mercenaries 2: Word in flames" (Mercenarios: El mundo en llamas). En uno de sus escenarios el asesino a sueldo ha de viajar también a la República Bolivariana donde, según el anuncio del juego, "un tirano, sediento de poder, se mete en el suministro de petróleo y provocando una invasión convierte a Venezuela en una zona de guerra". La Washington real considera al país caribeño como un estratégico suministrador de crudo. También en 2005 se publicó una nueva versión de "Rainbow" (Arco Iris), basada en las novelas del polifacético autor, novelista y propagandista neoconservador Tom Clancy. Su escenario se desarrolla en el año 2007 cuando EEUU se encuentra en una profunda crisis originada por un bloqueo de petróleo. La situación llega a su climax con atentados dirigidos contra los intereses de Washington. "También Venezuela, que suministra crudo a EEUU, se convierte en un blanco de estos ataques", determina el juego en el que el grupo de elite militar "Rainbow" ha de salvar a EEUU.
Los tres escenarios relativos a Venezuela correspondían en su día al muy verídico "juego de guerra" que -bajo la denominación "Operación Balboa"- militares estadounidense, españoles y venezolanos realizaron en los ordenadores del Comando Supremo de la Fuerza Aérea hispana en mayo de 2001. El 11 de abril de 2002 tuvo lugar el golpe de Estado contra presidente venezolano Hugo Chávez que podría haber desembocado en una situación política-militar similar a la de la Operación Balboa.
Lavado de cerebro por Hollywood
Los videojuegos apuntan ante todo a los jóvenes del norte pero para llegar a generaciones mayores los generales de la guerra sicológica se sirven ante todo de las producciones cinematográficas que salen de Hollywood.
A principios de 2010 se estrenó la película "Avatar" en la que el protagonista, un ex marine por cierto, se lamenta de haber perdido la movilidad de sus piernas en Venezuela que según sus palabras "es lo más parecido a un infierno". En 2003 al director del película de acción "Bad Boys II", Michael Bay, se le ocurrió ubicar el final de su obra en Cuba. A lo largo del filme se inserta el mensaje continuo de que la Isla es un centro del narcotráfico. Sus dos protagonistas, dos detectives, interpretados por Will Smith y Martin Lawrene, se juntan con mercenarios yanquis y elementos anticubanos para entrar clandestinamente con un helicóptero en Cuba. El guión condena a muerte a los habitantes de la Isla o por ser narcotraficantes bajo el mando de un tal "Hector Juan Carlos Tapia" o por oponer resistencia a los invasores policiales de Miami. La escena final tiene lugar en el campo de minas que rodea de la base estadounidense de Guantánamo. Su mensaje virtual es el siguiente: La invasión de Cuba es posible.
Y aquí se cierra el círculo con "Call of Duty".

Emigrados, emigrados se sienten

PorCubaTodo

Emigrados, emigrados se sienten

Por Lorenzo Gonzalo*

Foto © Virgilio PONCE

España, 10 de Noviembre del 2010
 
Podrán llenarse páginas y ensayos sobre historias de la comunidad cubana emigrada y aun así pasará tiempo para entender todo el intrincado proceso que la ha convertido en una emigración atípica.
 
Primeramente para entenderla, es preciso reconocer, que los orígenes de su formación en términos de su importancia como conglomerado, se desarrolla en Estados Unidos.
 
Otros miles de cubanos han emigrado a otras tierras. Hay concentraciones que a veces nos parecen poco creíbles, como es el caso de Islas Canarias, donde el consulado tiene registrados 18.000. Sin embargo el número existente en Estados Unidos, excede el millón de nacidos en Cuba. Se agregan además elementos de poder gubernamental, prensa y negocios con relativa estable coordinación.
 
Sin apelar a estadísticas oficiales, atendiendo exclusivamente a la cuota migratoria en vigor desde principios de los años 90 con Estados Unidos, la cual asciende a 20.000 anuales y multiplicamos esa cifra por los 20 años transcurridos desde entonces, el resultado es de 400.000 emigrados. Agreguémosle además un promedio conservador de 3000 salidos cada año ilegalmente y tendremos y tendríamos que agregar otros 60.000.
 
Por el puerto del Mariel en 1980 emigraron 120.000 y anteriormente, entre prisioneros por acciones contra el Estado, sus familiares y otros, emigraron unos 30.000 más, tras un convenio surgido en épocas del Presidente Jimmy Carter. La cifra de salidas en la década de 1980 al 1990, entre ilegales y algunos legales, sobrepasó los cien mil. Sumando este número a los 500.000 aproximados que salieron de la Isla, primero por la playa de Camarioca en Matanzas, a continuación por los llamados “vuelos de la libertad”, más todos los ilegales que emigraron entre 1965 y 1978, la cifra excede con creces el millón.
 
Cuba no es el país del mundo que más emigra a Estados Unidos. India la sobrepasa ampliamente, así como una decena de países latinoamericanos. Pero la concentración de esa emigración en la ciudad de Miami, seguida por New Jersey, ha convertido a esa emigración, en un conjunto humano con territorio.
 
La utilización de gente destacada en ese grupo por Estados Unidos, tal y como hemos venido detallando en otros momentos, le otorgó a ese conjunto de emigrados, una gran importancia jerárquica y favoreció la creación de un protagonismo que la alejó del resto de las emigraciones. No solamente alcanzó importancia en sí misma, sino que los emigrados latinoamericanos, sucesivamente han tenido que pasar por la emigración cubana para consolidarse en ese territorio. Este paso obligado no se debe solamente a la cohesión económica alcanzada por esa mini – sociedad, sino al poder político y al rol beligerante en contra del Estado y el gobierno de Cuba. Ese rol la ha hecho acreedora y depositaria de la lucha contra las tendencias sociales latinoamericanas que proponen reformar y posteriormente cambiar el orden infraestructural y político en el Sur del Continente. De aquí que los emigrados que llegan de otros países, ya sea por razones económicas o con propósitos de atentar contra sus respectivos gobierno se pliegan o se unen a ese “Poder cubano”.
 
Para el Poder factual estadounidense, las dirigencias políticas fanáticas, constituidas por los cubanos de derecha, constituyen el mejor apoyo, para el trabajo contrarrevolucionario en Latinoamérica.
 
Si agregamos a lo mencionado con anterioridad, el rol jugado por esta población atípica, en estimular la desestabilización de la gestión del gobierno revolucionario, a favor de consolidar la formación de un Estado orientado socialmente, entenderíamos que constituye un punto de referencia y de obligada consideración, para el gobierno de la Isla. Puede ser desconsiderada como factor de negociación, pero no puede ser desconocida y mucho menos minimizada.
 
Dentro de esta amalgama, también debemos agregar que los cambios ocurridos a raíz del desmerengamiento de la URSS, han despertado en muchos emigrados, un afán de participar en la consolidación y creación de un nuevo Estado. Este nuevo ingrediente, esencial y positivo, tanto para agregar a la pluralidad del debate, como para reforzar las bases de apoyo requeridas por el proceso, es para muchos un punto luminoso, y para ciertos sectores dominantes dentro de Cuba un punto gris.
 
Cuando mencionábamos las posibles razones del triunfo de una tendencia reaccionaria y decimonónica en las recientes elecciones de Miami planteábamos tres posibles razones: el sentimentalismo que causa en tierra ajena observar que un coterráneo adquiere un triunfo cualquiera; bajo porcentaje de cubanos inscritos para votar; o identificación con la agenda beligerante de los grupos radicales, implícitamente defendida por los ganadores.
 
Entre la nostalgia, la apatía o la guerra, yo me inclino a pensar que votó la apatía.
 
Pero esta no esta representada concreta y únicamente en los que no votaron o no se han inscrito para votar. Las causales se relacionan en gran medida, con el cansancio que significa para esos cientos de miles de emigrados cubanos que viajan habitualmente a su país, contemplar el pasar de los años sin que sus esfuerzos traigan cambios sustanciales en las regulaciones migratorias cubanas.
 
En estas elecciones no solamente cuentan quienes no votaron porque no estaban inscritos, sino aquellos que estándolo no lo hicieron, porque carecen de esperanzas en cuanto a un cambio que les restituya los derechos mínimos que todo emigrado tiene o lo hicieron por quien no debían, porque les despertaban simpatías porque se trataba de candidatos cubanos.
 
El desencadenante para una reacción en masa, frente al pequeño grupo que conspira para derribar al gobierno cubano, no se resuelve solamente con una inscripción en masa, sino con la continuación de los contactos con los emigrados, orientados a soluciones concretas de sus inquietudes y requerimientos. Mientras no haya resultados claros en los beneficios que puedan alcanzarse, votando por uno u otro candidato, la respuesta seguirá siendo pobre.
 
Reunirse con autoridades cubanas para apoyar agendas gubernamentales, condenando el Bloqueo y las agresiones solapadas que dificultan el buen desenvolvimiento de los planes, intentos, aciertos y errores de las políticas de Estado, tiene un carácter demasiado unilateral. Especialmente cuando quienes se identifican con esa problemática confrontan problemas y son víctimas de políticas migratorias inadecuadas que responden a otras épocas. Los emigrados en este caso, aun cuando la mayoría son proclives a las mejores relaciones con su país, tienen asuntos pendientes, que quizás se mencionan a nivel de pasillo en esas reuniones, pero no se llevan al sentir público, con puntualidad, realismo y moderación.
 
La apatía jugó un gran papel en el triunfo de la derecha fanática y enemiga de Cuba en estas últimas elecciones. Es bueno aclarar que hay derechas que conciben la coexistencia. China y Vietnam son buenos ejemplos. Entre los cubanos emigrados también los hay.
 
Para romper totalmente la apatía política de los emigrados cubanos, es necesario cumplir con esa frase popular que dice: “para bailar hacen falta dos”.
 
No se trata de algo condicionante. No haber votado o no haberse inscrito, no es un castigo o una reacción contra Cuba y ni siquiera contra su gobierno, es simplemente una reacción apática.
 
Mientras los elegidos en Estados Unidos enarbolen agendas contra Cuba, todos los cubanos estarán afectados. Sin embargo, acciones electorales efectivas por parte de esos emigrados no serán factibles, si no existen resultados concretos visibles, que compensen su conducta.
 
Los niños creen en la promesa del caramelo cuando han visto el paquete de los dulces en la alacena. Mientras tanto es simplemente un cuento.
 
No es hora solamente de políticas puntuales, discursos y promesas. Se requiere agresividad y acción.
 
A la derecha rabiosa de Miami se le puede cortar el piso. Es fácil. Es cuestión de comenzar a implementar regulaciones y políticas concretas que demuestren que los emigrados no son gente castigada, sino simplemente emigrados, porque ese conjunto humano siente y actúa de esa manera.
 
En Estados Unidos, en Europa, África,  donde quiera que se encuentren, se sienten emigrados, pero falsos valladares les impiden ver esa realidad.


*Lorenzo Gonzalo, periodista cubano residente en los EEUU y subdirector de Radio Miami. (www.radio-miami.com)  
Foto © Virgilio PONCE

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