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Sobre la resolución 65/6 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.
Aunque el actual Gobierno estadounidense ha adoptado algunas medidas positivas, éstas son insuficientes y extremadamente limitadas y no tienen la intención de alterar el complejo entramado de leyes, regulaciones y disposiciones que conforman la política de bloqueo contra Cuba.
La ley de Comercio con el Enemigo de 1917; la ley de Asistencia Exterior de 1961; la Ley de Administración de las Exportaciones de 1979; la ley Torricelli de 1992; la ley Helms-Burton de 1996 y las regulaciones de administración de las exportaciones no sólo se mantienen, sino que conforman la arquitectura jurídica de una política que califica como un acto de genocidio, en virtud de la Convención de Ginebra de 1948 para la Prevención y la Sanción del delito de genocidio, y como un acto de guerra económica de acuerdo con lo establecido en la Declaración relativa al Derecho de la Guerra Marítima adoptada por la Conferencia Naval de Londres de 1909.
Como consecuencia de la estricta y feroz aplicación de esas leyes y otras disposiciones normativas, Cuba continúa sin poder exportar e importar libremente productos y servicios hacia o desde los Estados Unidos, no puede utilizar el dólar norteamericano en sus transacciones financieras internacionales o tener cuentas en esa moneda en bancos de terceros países.
Tampoco se le permite a Cuba tener acceso a créditos de bancos en Estados Unidos, de sus filiales en terceros países y de instituciones internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Interamericano de Desarrollo.
A pesar de la retórica oficial que pretende convencer a la opinión pública internacional de que el actual Gobierno norteamericano ha introducido una política de cambios positivos, Cuba continúa también sin poder comerciar con subsidiarias de empresas norteamericanas en terceros países y los empresarios de terceras naciones interesados en invertir en Cuba son sistemáticamente amenazados e incluidos en listas negras.
El recrudecimiento de la persecución de las transacciones financieras internacionales de Cuba, incluida las que provienen de los organismos multilaterales para la cooperación con la Isla, ha sido uno de los rasgos distintivos de la aplicación de la política del bloqueo bajo la actual administración.
Ahora, los líderes de los grupos más furibundamente anti-cubanos con el control del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos, se aprestan a un nuevo golpe en su obsesión contra Cuba, dirigido a impedir y obstaculizar la presencia de compañías extranjeras interesadas en la exploración de petróleo en la zona económica exclusiva de Cuba.
En ese sentido, la petición hecha a la Secretaria de Estado por el Senador por Florida Bill Nelson el pasado 19 de mayo en la que reclama a la administración intervenir ante el gobierno español para que la petrolera española Repsol paralice las prospecciones que planea realizar en Cuba, y la gestión en el mismo sentido de una delegación del máximo nivel político del gobierno de los Estados Unidos en Madrid, dirigida por Ken Salazar, Secretario del Departamento del Interior, demuestra que el accionar contra Cuba no conoce fronteras ni soberanías.
En el presente informe se consigna que el daño económico directo ocasionado al pueblo cubano por la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba hasta diciembre de 2010, a precios corrientes, calculados de forma muy conservadora, asciende a una cifra que supera los 104 mil millones de dólares.
Si se toma en consideración la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado financiero internacional, que ha sido sumamente elevada durante el año 2010, y mantiene una tendencia creciente, la afectación a la economía cubana sería superior a los 975 mil millones de dólares
.http://wwwporcubatodo.blogspot.com
Informe de Cuba a la Asamblea de Naciones Unidas 2011
Sobre la resolución 65/6 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.
NTRODUCCION
El bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba persiste y se intensifica a pesar de la creciente y categórica demanda de la comunidad internacional, en particular de la Asamblea General de las Naciones Unidas para su eliminación.
Aunque el actual Gobierno estadounidense ha adoptado algunas medidas positivas, éstas son insuficientes y extremadamente limitadas y no tienen la intención de alterar el complejo entramado de leyes, regulaciones y disposiciones que conforman la política de bloqueo contra Cuba.
La ley de Comercio con el Enemigo de 1917; la ley de Asistencia Exterior de 1961; la Ley de Administración de las Exportaciones de 1979; la ley Torricelli de 1992; la ley Helms-Burton de 1996 y las regulaciones de administración de las exportaciones no sólo se mantienen, sino que conforman la arquitectura jurídica de una política que califica como un acto de genocidio, en virtud de la Convención de Ginebra de 1948 para la Prevención y la Sanción del delito de genocidio, y como un acto de guerra económica de acuerdo con lo establecido en la Declaración relativa al Derecho de la Guerra Marítima adoptada por la Conferencia Naval de Londres de 1909.
Como consecuencia de la estricta y feroz aplicación de esas leyes y otras disposiciones normativas, Cuba continúa sin poder exportar e importar libremente productos y servicios hacia o desde los Estados Unidos, no puede utilizar el dólar norteamericano en sus transacciones financieras internacionales o tener cuentas en esa moneda en bancos de terceros países.
Tampoco se le permite a Cuba tener acceso a créditos de bancos en Estados Unidos, de sus filiales en terceros países y de instituciones internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Interamericano de Desarrollo.
A pesar de la retórica oficial que pretende convencer a la opinión pública internacional de que el actual Gobierno norteamericano ha introducido una política de cambios positivos, Cuba continúa también sin poder comerciar con subsidiarias de empresas norteamericanas en terceros países y los empresarios de terceras naciones interesados en invertir en Cuba son sistemáticamente amenazados e incluidos en listas negras.
El recrudecimiento de la persecución de las transacciones financieras internacionales de Cuba, incluida las que provienen de los organismos multilaterales para la cooperación con la Isla, ha sido uno de los rasgos distintivos de la aplicación de la política del bloqueo bajo la actual administración.
Ahora, los líderes de los grupos más furibundamente anti-cubanos con el control del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos, se aprestan a un nuevo golpe en su obsesión contra Cuba, dirigido a impedir y obstaculizar la presencia de compañías extranjeras interesadas en la exploración de petróleo en la zona económica exclusiva de Cuba.
En ese sentido, la petición hecha a la Secretaria de Estado por el Senador por Florida Bill Nelson el pasado 19 de mayo en la que reclama a la administración intervenir ante el gobierno español para que la petrolera española Repsol paralice las prospecciones que planea realizar en Cuba, y la gestión en el mismo sentido de una delegación del máximo nivel político del gobierno de los Estados Unidos en Madrid, dirigida por Ken Salazar, Secretario del Departamento del Interior, demuestra que el accionar contra Cuba no conoce fronteras ni soberanías.
En el presente informe se consigna que el daño económico directo ocasionado al pueblo cubano por la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba hasta diciembre de 2010, a precios corrientes, calculados de forma muy conservadora, asciende a una cifra que supera los 104 mil millones de dólares.
Si se toma en consideración la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado financiero internacional, que ha sido sumamente elevada durante el año 2010, y mantiene una tendencia creciente, la afectación a la economía cubana sería superior a los 975 mil millones de dólares
.http://wwwporcubatodo.blogspot.com
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